IMAGINA.
Imagina un mundo nazareno,
que abrace su cruz con amor,
que la lleve a gala,
con paso inestable, mas, ánimo sereno.
Imagina un mundo,
de mirada clara,
alma pura,
corazón sincero.
Imagina nazarenos y cirineos
al tiempo,
verónicas sin límites,
guiadas por el amor eterno.
Imagina que es posible,
entre todos podemos.
Todos somos valiosos,
todos tenemos talento,
todos ponemos el alma,
en todo lo que emprendemos.
Imagina que es veintinueve de febrero,
veintinueve de febrero eterno,
incluso yo, la piedra que desechan los arquitectos,
con vuestra ayuda, pude ser pregonero nazareno.
El más alto honor, para el más pequeño siervo.
Pude mostrar mi alma,
mi corazón,
mi fe,
mis sentimientos.
Si aquel día lo hicimos,
¿Por qué no podemos volver a hacerlo?
Imagina un mundo nazareno,
cirineo y nazareno al tiempo,
verónicas sin límites,
guiadas por el amor eterno.
Imagina que es posible,
¡Unidos, lo conseguiremos!