Anoche, amor mío, volví al lago,
a nuestro lago,
al pie de la montaña,
donde tantas noches nos amamos.
Contemplando las estrellas,
nuestros sueños fluían susurrados
por la brisa que alborotaba tu pelo,
que besaba tus labios.
Anoche volví a nuestro lago,
mas el tiempo se había parado,
las estrellas lloraban,
el lago permanecía helado.
Y la brisa...
la brisa se había marchado,
se marchó aquel negro día,
enamorada de tu pelo,
de tus labios.
a nuestro lago,
al pie de la montaña,
donde tantas noches nos amamos.
nuestros sueños fluían susurrados
por la brisa que alborotaba tu pelo,
que besaba tus labios.
mas el tiempo se había parado,
las estrellas lloraban,
el lago permanecía helado.
la brisa se había marchado,
se marchó aquel negro día,
enamorada de tu pelo,
de tus labios.
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