Comprendo perfectamente que no soy el tipo de hombre con el que sueña cualquier mujer, y mucho menos sus padres, (en especial su madre)
Pero al pasar la prueba de algodón, el príncipe, con más frecuencia de la que yo mismo suponía, ¡Sale rana! Eso sí, queda precioso de cara a la sociedad, ideal como estatua egipcia, pero... poco más. ¡El algodón no engaña!
Por eso, la siguiente canción es una de mis preferidas...
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